Algunas recomendaciones a tener en cuenta antes de desplegar 802.11n

Los despliegues de redes LAN inalámbricas Wi-Fi en general y, en particular, los basados en la nueva generación de tecnologías 802.11n, que prometen máximos teóricos de 600 Mbps de ancho de banda, pueden representar la solución idónea para la satisfacción total o parcial de las necesitadas de conectividad de muchas empresas. Pero, ojo, no todos los productos certificados por Wi-Fi Alliance como acordes con el segundo borrador del estándar 802.11n son iguales, y, además, un despliegue mal planificado puede impedir aprovechar al máximo el potencial de la nueva tecnología Wi-Fi de alta velocidad.

“A falta del cierre definitivo del estándar, parece que 802.11n ofrecerá velocidades cinco veces superiores a la generación anterior de Wi-Fi, 802.11g, y una mejora del 50% en el alcance”, señala Isaac Gil Rabadán, experto del IE (Instituto de Empresa). “Sin embargo, el grado de mejora final dependerá de la casuística de cada implementación, ya que existen varios factores que pueden influir en el resultado: diseño del sistema, topología del edificio, interferencias externas, configuración radio, compatibilidad con estándares anteriores, etc. Por tanto el rendimiento final del estándar variará en cada implementación, en cada región, en cada edificio e, incluso, en cada planta del mismo”.

802.11N: el futuro es inalámbrico

Redes wireless de alto rendimiento y misión crítica
Cómo, cuándo y dónde implementar 802.11n
Algunas recomendaciones a tener en cuenta antes de desplegar 802.11n
“La recomendación es esperar a que 802.11n sea definitivo” (Carlos Miñambres. Gowex)
La Universidad de Arizona reduce puntos de acceso para transmitir voz por Wi-Fi

A continuación, expertos de Forrester, IDC e IE ofrecen algunos consejos que conviene considerar antes de planificar los despliegues de redes inalámbricas corporativas 802.11n para conseguir los máximos beneficios de esta nueva tecnología wireless.

Evelien Wiggers, directora de investigación para el mercado europeo de networking y telecomunicaciones de la consultora IDC, recomienda, en primer lugar, realizar un exhaustivo análisis de las instalaciones e infraestructura de la empresa y del tipo de aplicaciones que se desea correr sobre la nueva red, así como de las localizaciones en las que se utilizarán. “No debe, por ejemplo, dejar de plantearse la posibilidad de implementar 802.11n en diferentes fases, siempre que no exista una necesidad inmediata de mayor ancho de banda en todas las instalaciones wireless de la empresa”, explica Wiggers. “Además, es imprescindible tener en cuenta que los clientes 802.11 b/g pueden ralentizar el rendimiento de la red, aunque los puntos de acceso sean 802.11n. Si han de soportarse este tipo de clientes, probablemente convenga traspasarlos a la banda de 2,4 GHz, reservando la de 5 GHz para los clientes 802.11n”.

Infraestructura convergente
Igualmente importante resulta, según Wiggers, comprobar si la red cableada de la empresa, en caso de existir, está preparada para trabajar con 802.11n. De lo contrario se convertirá en un cuello de botella que perjudicará el rendimiento de la WLAN y finalmente será necesario actualizarla a Gigabit Ethernet, al menos en algunos segmentos. “Asimismo habrán de examinarse las fuentes de alimentación, dado que algunos productos necesitan más potencia que la suministrada por las tecnologías Power over Ethernet (PoE) estándar para proporcionar todas las ventajas de 802.11n”. Por último, Wiggers recomienda “considerar la futura estrategia de comunicaciones unificadas de la empresa y determinar cómo encajarán en ella las comunicaciones inalámbricas” antes de ponerse manos ala obra.

En este mismo sentido se manifiesta Chris Silva, analista de la consultora Forrester. “Aunque la mayoría de las empresas han desplegado redes Wi-Fi para proporcionar acceso inalámbrico a los datos corporativos a dispositivos portátiles y/o móviles, como son los laptops, cualquier nuevo despliegue debería diseñarse para soportar servicios más allá de este acceso, dado que la evolución de la tecnología y de las aplicaciones lo permite. Los servicios como Voz sobre WLAN (VoWLAN) o los de localización (LBS- Location Based Services) basados en Wi-Fi sin duda facilitarán a los responsables de TI construir business cases más atractivos que justifiquen la inversión en crear o ampliar redes LAN inalámbricas (WLAN)”, asegura Silva.

Por ejemplo, los fabricantes de dispositivos móviles como Nokia o Research In Motion (RIM), entre otros, están implementando Wi-Fi en sus productos empresariales, como señala Silva, permitiendo así a estos handsets utilizar las instalaciones WLAN existentes como redes de voz. “Las redes inalámbricas pueden ya servir como un medio de reducir los minutos que mes a mes las organizaciones se ven obligadas a pagar por el uso de los servicios celulares de los operadores. También representan una infraestructura capaz de soportar un despliegue más efectivo en costes, que sólo exija un único dispositivo para las comunicaciones de voz móviles dentro y fuera de la oficina, siempre y cuando se introduzcan en tándem con una
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