(Análisis) De las especulaciones sobre Avaya a un cambio radical en el mercado de VoIP

Con independencia de lo que finalmente suceda con Avaya, las especulaciones que desde hace dos semanas vienen haciendo medios y analistas sobre su posible venta refleja el cambio que se está produciendo en el mercado de VoIP para empresas. Dada la significativa cuota de mercado y amplia base instalada en telefonía corporativa de Avaya, donde finalmente aterrice la compañía tendrá consecuencias de alcance para este mercado.


Hace unos días, Wall Street Journal publicaba la existencia de conversaciones para llegar a un acuerdo de adquisición entre el fabricante y la firma de inversiones Silver Lake Partners, propietaria de varias compañías de comunicaciones, networking y TI, como Network General, IPC, Sabre y Seagate, así como de fabricantes de electrónica como Avago y Flextronics. El diario financiero afirmaba además que Avaya había mantenido contactos anteriores con Nortel con idéntico objetivo. Poco después, en diversos blogs y webs de noticias del sector se hablaba de Cisco como otro potencial comprador.

"Una vez que empiezan los rumores de que se está abierto a una posible compra no hay manera de volver a tener la misma imagen que antes”, asegura Bern Elliot, analista de Gartner, propiedad de Silver Lake Partners, mencionada como posible comprador de Avaya. Y, si bien Elliot afirma no saber nada sobre posibles planes o conversaciones para la adquisición del fabricante, reconoce que una operación de este tipo sembraría la alarma entre sus clientes. “Las empresas que estén considerando realizar una gran instalación de telefonía IP con tecnología de Avaya, muy probablemente preferirán esperar a ver en qué quedan las especulaciones antes de tomar una decisión de compra en firme”. Pero los administradores de grandes instalaciones de voz de la compañía dicen que las conversaciones de fusión son algo sobre los que ellos están atentos, lo cual podría afectar los planes de VoIP a largo plazo. A corto plazo, las implicaciones de una operación de adquisición o fusión serían mínimas, ya que la línea de productos de Avaya es demasiado amplia como para ser inmediatamente integrada en la oferta del posible comprador, pero no cabe duda que cambiaría las relaciones estratégicas de los clientes con el fabricante a largo plazo.

Los rumores sobre la venta de Avaya llegan en un momento financiero saludable para la compañía. En su último ejercicio consiguió un volumen de ingresos de 5.200 millones de dólares, con unos beneficios de 220 millones y una valoración global de 6.200 millones. Además, posee el 12% de todas las líneas telefónicas para empresas (IP y TDM) instaladas el año pasado, por debajo de Nortel (13,4%) pero por delante de Cisco (8,5%).

Los observadores dicen que un acuerdo Nortel-Avaya daría lugar a la aparición de un único jugador dominante en el Mercado de VoIP para empresas, con una posición similar a la que tiene Cisco en los segmentos del routing, la conmutación y la seguridad. Pero tal operación generaría una gran confusión entre los usuarios. "La compra de Avaya por Nortel tendría la ventaja de crear un gran suministrador de PBX norteamericano en condiciones de hacer frente a Cisco”, dice Bryan Riggs, analista de Current Analysis. "Pero produciría un enorme y masivo solapamiento de productos”.

Y lo mismo sucedería con un acuerdo Cisco-Avaya. Una posibilidad que, para Zeus Kerravala, analista de Yankee Group, "es una de las cosas más ridículas que yo jamás haya oído”. La estrategia de adquisiciones de Cisco se basa en la compra de pequeñas firmas con tecnologías que complementan sus propios productos, y, según su CEO, John Chambers, preferiblemente con sede en Silicon Valley. Las grandes compras, como la de Scientific Atlanta o WebEx, sólo se han producido para entrar en mercados completamente nuevos que la compañía identifica como estratégicos. El solapamiento de productos al cien por cien que representaría un acuerdo con Avaya sólo se justificaría por ganar cuota de mercado, lo que Cisco no hace nunca”, afirma Kerravala.
La compañía que posiblemente tiene más que ganar con la compra de Avaya que cualquier otro competidor en VoIP es Alcatel-Lucent, según Riggs, de Current Analysis. Una hipotética operación en la que el mercado de Estados Unidos sería clave.

Lucent se deshizo en su momento de su cuota del 35% del mercado de PBX de Estados Unidos y ahora opera fusionada a Alcatel, que controla entre el 3 y el 5% del negocio de voz de ese país (aunque el objetivo de la operación Alcatel-Lucent estaba focalizada mayoritariamente en los equipos de telecomunicaciones y para operadores). El fabricante francés siempre ha estado interesado en el mercado norteamericano, y su boda con Avaya tendría sentido para crear un gran suministrador de comunicaciones de empresa global. Hay solapamiento de productos pero no tanto como con Nortel o Cisco.
Según Riggs.

En cualquier caso, si se produjesen cambios radicales en el mercado de voz para empresas se generaría una gran ola de consolidación, dicen los observadores. Las fusiones realizadas este año entre los jugadores de gama media Mitel e Inter-Tel, así como entre las firmas de teléfonos IP Polycom y Spectralink, señalan en esa dirección. Un factor conductor de este proceso es la ambición de Microsoft para hacer de la VoIP corporativa una oferta más de software, en combinación con el e-mail, la mensajería y las aplicaciones de oficinas, con Office Communications Server 2007, esperado para finales de año, como su gran apuesta. Otras fuerzas que conducen a esa ola de consolidación es la proliferación de servicios del tipo de Skype dentro de las empresas, así como el creciente uso de teléfonos móviles en los negocios, en detrimento de los teléfonos fijos, dependientes siempre de una PBX o un servidor de llamadas IP. “Todos los escenarios son posibles, incluso el que recoge un cambio drástico en este mercado”, asegura Elliot, de Gartner.

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