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El cuestionado triunfo de Linux

En las dos últimas semanas se han producido dos importantes acontecimientos que podrían acabar haciendo temblar los cimientos mismos del mundo del software, y cuyas consecuencias, aunque todavía difíciles de anticipar, serán, sin duda, decisivas en la evolución de Linux. Oracle y nada menos que Microsoft han validado de una vez por todas y sin reservas la solidez del sistema operativo de código abierto como alternativa en los centros de datos. Pero con ello han despertado al mismo tiempo la preocupación de una parte importante de la comunidad Linux.

Microsoft, tradicional enemigo del código abierto, y Novell –suministrador número dos de Linux, tras Red Hat- acordaron el pasado martes trabajar juntos en la comercialización y en el desarrollo de sus respectivos sistemas operativos, con el propósito de hacer más sencilla la coexistencia de Windows y SUSE Linux en los centros de datos. El acuerdo será válido, al menos, hasta 2012.

Por su parte, Oracle, una semana antes, anunciaba que clonaría la distribución Linux de Red Hat, y ofrecería soporte para ella a menos de la mitad del precio con que lo suministra el propio fabricante.

Ambos anuncios echaban por tierra cualquier duda sobre la fuerza creciente de Linux en los centros de datos, y, en una primera interpretación, sentaban las bases para un mayor crecimiento del mercado. Muchos usuarios tradicionales de Windows han reconocido ya que el acuerdo entre Microsoft y Novell, al facilitar la gestión de entornos mixtos, hará que tomen más en serio las tecnologías de código abierto en el futuro.

De hecho, una mayor interoperatividad entre Windows y Linux beneficiará sobre todo a los departamentos TI que supervisan este tipo de entornos híbridos, ya que verán reducida la necesidad de contratar y mantener equipos diferentes de expertos con habilidades distintas para cada uno.

Pero más allá de estas ventajas, la entrada por la puerta grande de dos de los mayores suministradores de software comercial puede llegar a provocar una profunda transformación de las reglas del juego Linux. Así, el análisis más superficial de la situación deja claro que ambas iniciativas amenazan el negocio del suministrador de la otra distribución importante de Linux, y líder del mercado, Red Hat. Aunque ciertamente Oracle ha validado la distribución Red Hat Linux, su nueva oferta de soporte atenta contra el propio negocio de soporte y mantenimiento de Red Hat. Por su parte, Microsoft no hace otra cosa que apoyar la distribución del principal competidor de éste. La competencia y la diversidad de la oferta podrían resultar seriamente dañadas. Muchos miembros de la comunidad Linux sospechan que así será.

Acuerdo Microsoft-Novell
Fue el martes pasado cuando, ante un mercado atónito, Microsoft abandonaba su lucha de años contra Linux anunciando un acuerdo con Novell para soportar SUSE Linux sobre máquinas que corrieran Windows y viceversa. El acuerdo también contempla la distribución por parte de Microsoft de 70.000 cupones para el mantenimiento y soporte de SUSE Linux Enterprise Server entre aquellos clientes que deseen correr ambos sistemas operativos en sus entornos. Estos cupones permitirán a los propietarios disfrutar de un año de suscripción y mantenimiento de las actualizaciones de la plataforma.

Los nuevos socios aseguran que su intención es facilitar que Windows y SUSE Linux interoperen más fácilmente en los centros de datos en terrenos como la virtualización y los servicios Web. Una intención que se ha concretado en una alianza de triple vertiente: técnica, comercial y de cruce de licencias sobre patentes. Bajo el acuerdo tecnológico, Microsoft y Novell planean trabajar juntos en tres áreas claves de colaboración técnica: virtualización, gestión de servicios Web y en la especificación Open Document Framework. Construirán tecnología que permitirá a los clientes correr Windows sobre entornos TI que funcionen principalmente sobre Linux y viceversa. Además, desarrollarán conectores entre el software de productividad de código abierto OpenOffice y Microsoft Office, que tienen formatos de documento diferentes. También facilitarán la integración entre sus productos de directorios.

Como se ha dicho, la alianza incluye también un acuerdo de licencias cruzadas, según el cual, cada compañía pagará a la otra por adelantando a cambio de derechos pasivos sobre patentes. Bajo el acuerdo de patentes, Microsoft pagará a Novell 108 millones de dólares por adelantado, y Novell abonará a Microsoft un porcentaje de ingresos, partiendo de un mínimo de 40 millones de dólares. Además, Microsoft se ha comprometido a no establecer acuerdos para la distribución entre sus clientes de bonos similares de otro distribuidor Linux en los próximos tres años.

En total, Microsoft invertirá más de 440 millones de dólares en cuotas de licencia y costes de ventas y marketing durante el período de duración del acuerdo, según documentos presentados por Novell a la Securities and Exchange Commission estadounidense la semana pasada. El fabricante de Windows realizará un pago inicial de 240 millones de dólares por los 70.000 bonos SUSE que repartirá entre sus clientes e invertirá 34 millones de dólares más en ventas, así como 12 millones anuales en comercialización hasta 2012.

A través de los bonos adquiridos de Novell, Microsoft permitirá a sus clientes beneficiarse del uso de las nuevas soluciones de software que vayan desarrollándose con el esfuerzo de investigación conjunto, así como de la versión de Linux cubierta de forma legal con los derechos de propiedad intelectual de Microsoft.

“Con esta alianza pretendemos tender un puente sobre la brecha histórica entre el software de código abierto y el software de código propietario”, anunció Steve Ballmer en una conferencia de prensa celebrada en San Francisco para dar a conocer el acuerdo y en la que también intervino el CEO de Novell, Ron Hovsepian. “De esta forma ofreceremos una flexibilidad que los usuarios vienen desde hace tiempo demandando”.

En todo caso, Ballmer y Hovsepian han subrayado que las dos empresas continuarán compitiendo. Ballmer también ha hecho hincapié en que la alianza no significa que Microsoft vaya a convertirse en un gran promotor de Linux. “Si una empresa se acerca a nosotros seguiremos diciéndola que compre Windows, Windows, Windows”, dijo durante la conferencia conjunta.

¿Pacto con “el diablo”?
Probablemente, todos los inversores de Novell estarán congratulándose de la alianza de la compañía con Microsoft, pero muchos en la comunidad Linux han tenido una reacción completamente diferente, expresando su preocupación ante la sospecha de que el acuerdo podría dar lugar a futuros pleitos e incluso violar la licencia de software Linux.

La fuente principal de estas preocupaciones es el acuerdo de licencias cruzadas sobre patentes incluido en la alianza y en el que Microsoft se compromete a no demandar por sus derechos de patentes sobre cualquier tecnología software que pueda ser incorporada en SUSE Linux. Bajo esta cláusula quedan protegidos los desarrolladores individuales y de código abierto que sin fines comerciales crean código y contribuyen a la distribución SUSE Linux, como también aquellos desarrolladores que, aunque lo hagan con fines comerciales, creen el código para la distribución de Novell. Pero, ¿qué ocurre con el resto? Y ese resto incluye al líder del mercado: Red Hat. La alianza deja claramente abierta la puerta a la posibilidad de que Microsoft demande a otras compañías de Linux, e
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