Europa quiere un mayor control sobre los pasajeros de las líneas aéreas

En un intento de reforzar su política antiterrorista, la Comisión Europea ha propuesto la introducción de nuevas reglas que permitirían a las autoridades acceder con mayor facilidad a las bases de datos de los proveedores de servicios, así como investigar a los pasajeros aéreos que entran y salen de la UE. Esta iniciativa se produce unos días después de que un informe del servicio de inteligencia británico, MI5, advirtiera que la amenaza de un nuevo ataque de los grupos islamistas radicales, como Al Qaeda, va en aumento.

Franco Frattini, el comisario europeo de Justicia, Libertades y Seguridad. ha asegurado que la UE puede hacer más para prevenir que en sus 27 países miembros se perpetren atentados como los que acabaron con la vida de 191 personas en 2004 en Madrid y de 52 en Londres un año después. Para avanzar en este sentido, Frattini ha propuesto nueva legislación que “hará más fácil para las autoridades policiales conseguir la cooperación de los proveedores de servicios, la prevención de crímenes y la identificación de los criminales”.

En ella se asumen los mismos principios que guiaron la polémica ley de retención de datos que desde finales de 2005 obliga a las compañías de telecomunicaciones a conservar detalles sobre llamadas telefónicas, faxes y correos electrónicos privados de sus clientes, con el fin de que la información pueda ayudar en caso necesario a los investigadores en el seguimiento de terroristas. Esta ley determina que los proveedores deben conservar ciertos datos de sus clientes durante al menos dos años en el caso de las llamadas telefónicas, y un mínimo de seis meses cuando se trata de correos electrónicos. 

Un sistema similar al estadounidense
El nuevo plan de Frattini propone la creación de archivos informáticos sobre los pasajeros de vuelos europeos a los que las autoridades puedan acceder, siguiendo un sistema idéntico al que ya se utiliza en Estados Unidos y con el que Europa acordó cooperar el pasado enero. Fue entonces cuando la UE convino en permitir a las autoridades estadounidenses acceder a 19 “piezas” de información sobre los pasajeros que volaran desde nuestro continente a Estados Unidos. Estas “piezas” incluyen nombre, detalles sobre tarjetas de crédito, itinerario de viajes, y fecha de regreso de sus vuelos, entre otros datos. Tal información debe ser conservada durante 15 años y estar a disposición de cualquier agencia federal estadounidense.

Ahora, Frattini quiere que las aerolíneas tengan disponible ese mismo tipo de información sobre todos los pasajeros que vuelen en el interior o hacia el exterior de la UE 24 horas antes de la salida de sus vuelos, y que la conserven después durante 13 años. Aunque no lo tendrá fácil; el intento de ampliar los poderes de los servicios antiterroristas han provocado ya la fiera resistencia de algunos legisladores y grupos de defensa de los derechos civiles. En cualquier caso, la propuesta de la Comisión deberá conseguir el apoyo unánime de los 27 países miembro de la Unión Europea antes de convertirse en ley.

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