Europa sigue considerando insuficientes los esfuerzos de interoperatividad de Microsoft

La Comisión Europea ha vuelto a criticar la respuesta de Microsoft a la regulación antimonopolio emitida por el brazo ejecutivo de la UE en 2004, abriendo la puerta a la posibilidad de nuevas multas.

En marzo de 2004, la Comisión multó a Microsoft y la ordenó proporcionar a sus competidores información suficiente para que pudieran desarrollar software servidor para grupos de trabajo interoperativo con los sistemas de sobremesa Windows. El pasado julio volvió a multarla por no haber proporcionado la información en el plazo de tiempo establecido en el fallo.

Ahora, después de analizar la última información de interoperatividad facilitada por la compañía, ha emitido una declaración de objeciones considerándola todavía incompleta, según Jonathan Todd, portavoz de la Comisión para asuntos de competencia. Además, acusa a Microsoft de cobrar en exceso a sus competidores por ella, argumentando que su valor y su innovación no justifican el precio.

Microsoft cuenta con cuatro semanas para responder a la declaración de objeciones. Después de este tiempo podría verse obligada a afrontar multas diarias por no cumplir con el fallo antitrust de hace tres años.

El abogado principal de Microsoft, Brad Smith ha declarado el rechazo de la empresa a la interpretación de los hechos por parte de la Comisión. “Microsoft ha invertido tres años y muchos millones de dólares en cumplir con la decisión de la Comisión Europea”.

Según Smith, el pasado agosto el fabricante le hizo llegar una propuesta de precios por la información y ha estado esperando desde entonces su opinión al respecto. “Lamentamos que esa opinión llegue seis meses después y en la forma en que lo ha hecho, pero seguiremos trabajando duro para corregir los puntos de conflicto que se incluyen en la declaración de objeciones tan pronto como ésta llegue a nosotros”.

Proceso paralelo
Mientras Microsoft y la Comisión discuten sobre si la información cumple o no de hecho las exigencias del fallo, otra corte europea está considerando algo más básico: si Microsoft está realmente obligada a cumplirlas. La Corte de Primera Instancia de Luxemburgo, todavía no ha emitido su veredicto ante una apelación presentada por Microsoft contra la decisión de la Comisión que la acusaba de abusar de su situación de monopolio en el mercado de sistemas operativos de sobremesa para conseguir una ventaja competitiva en el segmento de software de reproducción de medios y de servidores workgroup.

Fue la convicción de que tal abuso se había producido lo que llevó a la Comisión a exigir a Microsoft el pago de una multa por valor 497 millones de euros, como también que comercializara una versión de Windows sin el software Media Player y que ofreciera a sus competidores, “bajo condiciones razonables y no discriminatorias”, la información de software servidor capaz de facilitar la interoperatividad, punto este último que representa la actual fuente de conflicto.

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