La Universidad de Arizona reduce puntos de acceso para transmitir voz por Wi-Fi

Vista del campus de la Universidad de ArizonaPor todos es sabido que las empresas que quieran ejecutar voz sobre redes inalámbricas (VoWLAN) deben desplegar más puntos de acceso que si instalaran Wi-Fi sólo para la transmisión de datos. Un despliegue más denso, por supuesto, ayuda a salvar los puntos sin cobertura que de otra manera podrían provocar la desconexión de las llamadas. La Universidad de Arizona, sin embargo, ha descubierto que un excesivo despliegue de puntos de acceso acarrea sus propios problemas.

Cuando la institución universitaria instaló inicialmente puntos de acceso Cisco 5000 en sus 65 edificios, lo hizo pensando en voz y datos. “En vez de tener a nuestros empleados en sus mesas utilizando sus móviles e ignorando unos teléfonos de sobremesa que costaban 800 dólares”, la Universidad quería comprar a sus usuarios teléfonos Wi-Fi y evitar las tarifas de llamadas locales a móviles, detalla Justin Miller, analista de sistemas de red de la Universidad de Arizona en Tucson.

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Antiguo edificio principal de la Universidad de Arizona

La Universidad utilizaba un esquema de medida de relación señal/ruido (SNR) de 25dB para determinar el número y situación de los puntos de acceso que transportaran la voz, con el asesoramiento de un tercer gestor de proyectos. Sin embargo, el plan no contemplaba los niveles arrojados por los indicadores de potencia de la señal recibida (RSSI). Asimismo, en un primer momento, la entidad educativa optó por herramientas de planificación de terceros que no tenían en cuenta los espacios en blanco de los canales adyacentes para activarlos y eliminar las interferencias.

¿El resultado? “Detectamos que la infraestructura estaba sobreconstruida entre un 20 y 50% por ciento”, afirma Miller, lo que causaba una constante reasignación de clientes con puntos de acceso y una inestabilidad general en las sesiones de voz. Y es que el despliegue de puntos de acceso demasiado denso implicaba que los teléfonos Wi-Fi podían alterar sus enlaces con los puntos de acceso y perder las llamadas, explica el directivo técnico.

Ante esto, la Universidad adoptó la herramienta AirMagnet WLAN Planner para sus redes 802.11a/b/g. “Al usar la herramienta aprendimos que nuestras técnicas de planificación iniciales tenían imperfecciones”, reconoce Miller, quien rediseñó el despliegue de puntos de acceso para garantizar una potencia de señal de -68dBm, y con el que ahora la red “funciona sin problemas”.

Actualmente, la Universidad de Arizona utiliza puntos de acceso Cisco Aironet 1130 802.11a/b/g que cubren tres cuartas parte de su población estudiantil y cuatro equipos Cisco Draft N 802.11n 1250 para exteriores. Para la transmisión de voz, el personal de la institución universitaria emplea terminales con capacidades Wi-Fi de Cisco, Nokia y T-Mobile. Para el uso de sus propios teléfonos Wi-Fi 7921, Cisco recomienda un nivel mínimo de señal de -67dBM y un SNR de 25dB para garantizar una buena experiencia de usuarios con las llamadas de voz.

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