Microsoft y la Comisión Europea enfrentadas en un juicio de cinco días
Se está celebrando en Luxemburgo el juicio que dirimirá el conflicto que mantiene enfrentadas a Microsoft y a la Comisión Europea desde 2004. En juego está, para la Comisión, su credibilidad futura como garante justo de la libre competencia en Europa (ya empiezan a vislumbrarse problemas con Windows Vista), y, para Microsoft, su estrategia comercial de empaquetamiento de productos y multas diarias de dos millones de euros. Dada la trascendencia que la sentencia en uno u otro sentido tendrá para cada una de las partes, las dos harán todo lo posible por salir victoriosas.
También marcaba el plazo para que el fabricante facilitara la información técnica necesaria a sus competidores en el mercado de servidores de grupos de trabajo, a fin de que pudieran hacer sus plataformas compatibles con servidores y PCs Windows. En caso de que Microsoft no cumpliera esta exigencia en la fecha prevista, debería afrontar una multa diaria de dos millones de euros hasta el momento en que lo hiciera. Una imposición que, según Microsoft, ya ha cumplido, pero, según la Comisión, no. Ésta asegura que la documentación aportada por el fabricante hasta el momento no es suficiente ni la apropiada, y, además, acusa a la compañía de haber retenido la información indicada de manera deliberada.
Durante los dos primeros días del juicio (ayer y hoy) se está revisando el fallo de la Comisión sobre el asunto Media Player. Mañana y el miércoles se dedicarán al conflicto sobre la documentación abierta por Microsoft sobre sus plataformas servidor workgroup, finalmente, el viernes, ambas partes expondrán sus argumentos sobre el asunto de las multas. Según los expertos, el Tribunal tardará en emitir su sentencia; algunos hablan de, al menos, un año.