Carlos Royo

"Ningún día me he levantado sin ganas de trabajar"

Carlos Royo se define como un “hombre de espíritu aventurero” al que siempre le han interesado mucho “las tecnologías, la innovación y la gestión”. Por ello dejó su trabajo como médico rural en la Alcarria para desempeñar varias responsabilidades TIC en el mundo de la sanidad y la defensa. Actualmente compagina su trabajo en la empresa privada con la colaboración en proyectos de cooperación en África e Iberoamérica.

Licenciado en Medicina por la Universidad Complutense de Madrid, Carlos Royo comenzó a ejercer la profesión en el pueblo de Pastrana (Guadalajara). “Me llamaban Don Carlos, el sabio que iba a curar a la gente del pueblo”. Hombre de espíritu aventurero siempre ha dedicado parte de su tiempo a proyectos de cooperación en África e Iberoamérica. Esta inquietud también la ha trasladadado al ámbito laboral donde ha ido cambiando de trabajo cada cinco años. “Trabajo desde los 17 años y no habido un día en mi vida en el que no me haya levantado con ganas de trabajar”. Aunque recuerda sus inicios como médico rural en la Alcarria, asegura: “Siempre me han interesado mucho las tecnologías, la innovación y la gestión”. Tras haber prestado servicio en diferentes instituciones relacionadas con la salud pública, en 2001 fue nombrado jefe de la división de Informática del Servicio de Salud de Castilla La Mancha (SESCAM), siendo el máximo responsable de la creación de los sistemas de información del servicio de salud. Desde entonces tecnología y medicina han ido paralelas en su desarrollo profesional.

Sescam (2001-2005)
En enero de 2002 se otorgan las transferencias sanitarias a la comunidad y se crea el Sescam. Ante este nuevo escenario que se presentaba para la comunidades autónomas, los políticos se vieron en la obligación de ofrecer algo diferente a los ciudadanos para que vieran que el esfuerzo realizado había hecho ha merecido la pena. “Tuve la suerte de tener una buena interlocución con los titulares políticos de Castilla-La Mancha como su presidente, José Bono, el consejero de Sanidad, Fernando Lamata, y el gerente del Sescam, Roberto Sabrido”. Además, desde que fue nombrado jefe del área de TI formó parte del consejo ejecutivo de Sescam, “circunstancia que no se producía en otras comunidades”, explica. En esta etapa, Royo hizo realidad muchos proyectos que en más de una ocasión habían sido rechazados por el Insalud. La incorporación de seis equipos de resonancia magnética nucleares, el transporte individualizado de enfermos oncológicos, la radiología digital y toda la infraestructura informática del Sescam son algunos. Si Royo se siente orgulloso de algo en su etapa en el Sescam es de “conseguir una informática corporativa de verdad”. Lo más difícil “fue la escasa receptibilidad hacia las tecnologías por parte de los médicos. Aunque soy médico y les hice ver que éstas les podían facilitar su trabajo, la realidad es que eran muy reacios”. Esta antipatía hacia la tecnología podría tener su explicación en que “el médico siempre ha sido el gurú de la tribu y con la llegada de las TIC la relación médico-paciente ha cambiado mucho ya que este último puede llegar a tener un conocimiento de la enfermedad superior a la que tiene el médico”. Asegura que la filosofía que se creó en los comienzos del Sescam siguió adelante. En parte porque su equipo inicial: Ambrosio Rodríguez y Antonio del Barrio fueron sus sucesores en el cargo. Además, Castilla-La Mancha fue la segunda comunidad, después de Galicia, en crear la categoría de informático de salud. “A este colectivo le dije que a partir de ahora no van a depender del gerente del hospital sino del Sescam. Creamos un espíritu de sistemas de información corporativo”. Y añade: “Si fuera el máximo responsable de la sanidad española mis consejos serían que cada comunidad debe tener sus sistemas de información corporativos, que no existan islas de información; todos los sistemas deben hablar el mismo idioma; y, una vez tengamos los estandares tecnológicos hay que crear procesos de las TIC”.

Ministerio de Defensa (2005-2007)
En marzo de 2005 Royo fue nombrado Inspector General de Sistemas de Información y Comunicación (CIS) en el Ministerio de Defensa. “Me llamó José Bono convirtiéndome en el primer civil, de pueblo, del PSOE y además el primer médico en ser nombrado inspector general”. Royo cuenta una anécdota que tuvo con el Rey el día de su entrada en el Ministerio. “Fui presentado al Rey, que me preguntó si era ingeniero. Al decirle que era médico, comentó ‘¡qué mal estamos...!”. Se encontró un escenario en donde sus antecesores había creado un Plan Director CIS, aprobado por Defensa y el entonoces MAP. “Se había hecho un esfuerzo tremendo ya que se estudiaron todos los procesos de Defensa, tarea nada fácil pues es el organismo más grande de España (166.000 funcionarios, de los que 121.000 son militares), ya que es el único que no tiene nada transferido y formado ”. Este Plan, con 37 proyectos, fue el primero de sistemas de información que se hizo a nivel ministerial. A pesar de esta ventaja frente a otros organismos, asegura encontrarse con una dualidad en la gestión de las TIC. “Por un lado, el Plan de Sistemas dependía de la Secretaría de Estado mientras que el área de Informática lo hacía de la Subsecretaría del Ministerio”. Su labor fue crear la Dirección General CIS dependiente de la Secretaría de Estado. “Lo conseguimos aunque fue finalmente una Subdirección General”. Así, cualquier tema que tuviera que ver con infomática tenía que tener la firma de la Inspección General CIS.
Otro reto de Royo en Defensa fue conseguir que muchos de los proyectos de propósito general desarrollados en el Ministerio fueran conocidos por la sociedad. “Acudimos por primera vez al Tecnimap, que se celebró en Sevilla, representado a Defensa con parte de mi equipo vestido de uniforme militar”. Presume de haber contado con excelentes profesionales. Su adjunto en la Inspección de la Subdirección General CIS fue José Julio Rodríguez, actual Jefe del Estado Mayor de la Defensa.

Salto a la empresa (2007-2011)
En Defensa culminó su carrera en la Administración. “Con 50 años decidí que era el momento de trabajar en la empresa”, señala. Salió del Ministerio por razones personales, no por la marcha de Bono como ministro. En octubre de 2007 le llamó Pedro de las Heras, presidente de Comitas, empresa especializada en telemedicina que “trabajaba para Defensa pero que en el tiempo que estuve de inspector general CIS no ganó ningún concurso”. Una oferta perfecta porque éticamente nadie le podía reprochar nada. Un año después, con la crisis, las cosas no fueron bien para Comitas, y decidió dar el sí a la oferta de Luis Fernando Alvarez-Gascón, director general de GMV. “La condición que puse fue que no trabajaría en temas relacionados con Defensa”. Así fue. La compañía creó una área de sanidad liderada por Royo. “Estoy en una compañía de 1.200 ingenieros y un médico, que soy yoR
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