Adiós, 2010, ¡adiós!

El año 2010 está llegando a su fin. Un año realmente duro aunque no tanto como 2008 o 2009. De hecho, ha habido un cierto repunte general de la actividad en el área tecnológica. Parece que las empresas se van despertando del letargo en que parecía haberlas sumido la crisis. El mercado se despereza, relanzando proyectos aplazados, renovando equipos profesionales y marcando nuevos objetivos donde vuelve a brillar la ambición.
Otro año que se nos ha escapado de entre las manos casi sin darnos cuenta. Otra vez diciembre, y otra vez las cenas de Navidad, los consabidos regalitos, el balance del año, que se va, las previsiones y los buenos propósitos para el que viene. Todo el mundo con ganas de despedir 2010, que ya se hace pesado, y con todas las esperanzas centradas en ese 2011 que ojalá sea mejor que su hermano mayor. Pero, ¿de verdad ha sido tan malo 2010? Pues no tanto, realmente. Como consultor y headhunter, pero también como empresario, mi actividad profesional me facilita una visión de conjunto bastante global sobre el sector tecnológico, que es una de nuestras áreas de referencia y especialización. Y según mi punto de vista, habiendo sido un año realmente duro, no ha sido tan malo como el 2008 o el 2009. Hemos notado un cierto nivel de repunte, de relanzamiento general de la actividad en el área tecnológica. Nada para echar las campanas al vuelo, desde luego, pero sí percibimos que las empresas se van despertando del letargo en que parecía haberlas sumido la crisis. El mercado se despereza, poco a poco, relanzando proyectos aplazados, renovando equipos profesionales y marcando nuevos objetivos donde vuelve a brillar la ambición.
Sobre todo durante los últimos seis meses, hemos notado una cierta reactivación de los procesos de búsqueda en el sector TI, un excelente indicativo de la fortaleza de los mercados. A nivel de áreas funcionales, los puestos más demandados se encuentran en los departamentos comerciales y de desarrollo de negocio, otro buen indicador de la voluntad de las empresas de superar el bache y tirar para adelante.

Benchmarking salarial
Bueno, eso está muy bien, ¿pero a qué precio? –se preguntará el lector– Pues en este punto, lamento no coincidir con la mayoría de las estadísticas que se publican en estas fechas, y que actualmente hablan de un desplome generalizado de las ofertas salariales. No debemos confundir prudencia con carestía o escasez. Como ejemplo, un botón. Muchos de nuestros clientes nos están encargando informes de benchmarking salarial de las posiciones que desean cubrir, antes de lanzar la propia búsqueda. Dicha investigación aporta una información contrastada, actualizada y pormenorizada de la realidad salarial de un puesto concreto. Las organizaciones desean conocer de este modo la cotización del puesto en el mercado, con el objeto de garantizar que su oferta resulte atractiva desde el punto de vista financiero. Sin duda, es una medida conservadora y muy recomendable para asegurar la eficacia final del proceso de selección.
Pues bien, tras analizar una gran variedad de puestos en el sector tecnológico, de forma individualizada, nuestra conclusión es que las bandas salariales no han sufrido globalmente tales desplomes. El talento mantiene su cotización, ciertamente de modo más tímido, y sin las alegrías de otros tiempos, pero en general podemos decir que se sigue retribuyendo adecuadamente. Percibimos, eso sí, menos blindajes, menos bonos de reclutamiento, y desde luego las ofertas y contraofertas ya no son tan irrechazables como lo fueron en su día. Tiempos aquellos…
Una cuestión diferente, y esta sí, muy preocupante, es la rápida disminución de la capacidad adquisitiva de los salarios en España, en relación con el resto de Europa. Las bandas salariales en nuestro país están muy por debajo de sus homólogas europeas, de media en torno a un 30%. Paradójicamente, en los últimos años hemos sido testigos de un aumento general del coste general de vida, que en España está alcanzando el nivel de las grandes economías. Este hecho, insostenible por otro lado, aconseja a muchos directivos españoles a considerar la expatriación de forma mucho más decidida que hace unos años. En el pasado, los profesionales españoles nunca se habían caracterizado por una gran tendencia a la reubicación. Nuestra excelente calidad de vida pesaba de manera determinante a la hora de atreverse a dar el salto internacional. A través de nuestra actividad de headhunting internacional, nosotros somos testigos de cómo esa tendencia ha cambiado, y que cada vez más profesionales cualificados están dispuestos a marcharse al extranjero para mantener su nivel de vida y sus perspectivas laborales en unos estándares digamos más adecuados.

Retener talento
Ante este difícil panorama, en nuestra opinión, muchas empresas están reaccionando de forma adecuada, extremando sus esfuerzos por retener el talento y relanzar la motivación. Nuestra área de consultoría, especializada precisamente en el desarrollo y la retención del talento a través de acciones y servicios tales como el coaching ejecutivo y grupal, la formación, o los proyectos de outdoor centrados en teambuilding, por ejemplo, ha tenido unos resultados en el año 2010 muy buenos. Efectivamente, muchos de nuestros clientes han sabido adelantarse al mercado, reforzando los niveles de motivación de sus mejores empleados, y garantizando así su implicación personal con la empresa. Las organizaciones están por fin comprendiendo la importancia de que los empleados estén adecuadamente motivados e involucrados en los proyectos y la estrategia de negocio. Sólo así conseguirán que sus equipos estén a la altura, y se remanguen frente a una situación de mercado que, indudablemente sigue siendo muy complicada.

Conclusión
Sí, esta época del año es un momento de resoluciones, de propósitos, de examen de conciencia. Mi conclusión personal, con la que deseo despedir el año 2010 y empezar el año 2011, es que, como indiqué anteriormente, por encima de todo, el talento se sigue valorando, hoy más que nunca. Independientemente de lo difícil que estén las cosas, o precisamente a causa de ello, las organizaciones hoy día valoran de forma mucho más clara la aportación personal de sus empleados. Si esta crisis, que tarde o temprano terminará escampando, nos ayuda a percibir con mayor claridad este factor clave de valor añadido, creo sinceramente que la tendremos que dar por buena. Si nos enseña a valorar adecuadamente a nuestros equipos, pienso que habrá merecido la pena.


Euprepio Padula es presidente de Padula & Partners.
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