El negocio de centros de datos ecológicos crecerá un 28 % hasta 2016

Las empresas cada vez necesitan mayores centros de datos y capacidad para el procesado de información. Sin embargo, la necesidad de ahorrar costes y de contaminar menos también va en aumento. Ante esta disyuntiva, las compañías están decantándose por crear centros de datos verdes, que tienen menos impacto en el medio ambiente y que ofrecen interesantes mejoras en el campo del consumo.

Pike Research ha asegurado que esta tendencia de adopción de centros de datos ecológicos se va a mantener en los próximos años. Se espera que un mercado que actualmente supone 17.100 millones de dólares pase a ser de 45.400 millones de dólares en 2016. Se trata de un crecimiento anual de casi el 28 %, lo que confirma la tendencia.

Las empresas se ven afectadas por los costes energéticos de sus centros de datos, además de la necesidad constante de más potencia de cálculo y de las preocupaciones y limitaciones medioambientales. Ante este panorama, y teniendo en cuenta el alto consumo de los centros de datos (que suponen el 1,5 % de la energía mundial), no es de extrañar que los centros ecológicos cobren semejante protagonismo.

En estos centros de datos verdes, se están desarrollando técnicas y avances enfocados a conseguir un menor consumo y un mayor aprovechamiento de la energía. Por ejemplo, se buscan tecnologías que permitan explotar fuentes de energía renovables y otros proyectos apuestan por nuevos sistemas de refrigeración que no contaminan y que reaprovechan la energía generada en el proceso. Se trata de fórmulas que pueden permitir el ahorro de energía y la disminución de la emisión de gases.

Estas innovaciones técnicas también coinciden con apuestas por tecnologías como la virtualización, que permiten aumentar la capacidad de cálculo sin la necesidad de ampliar físicamente el hardware. De esta forma, la virtualización también está ayudando a ampliar los centros de datos ecológicos sin necesidad de variar su composición. En conjunto, es necesario apostar por la innovación técnica, un nuevo diseño de los centros de datos y por la evolución de parte de los servicios para conseguir un centro de datos verde, que se confirma como un tendencia en auge.