Ser o no ser… sostenible

Los CIO deben avanzar en el impulso de políticas tecnológicas que favorezcan el respeto medioambiental

Afirmar que las Tecnologías de la Información y de las Comunicaciones (TIC) son claves en lo que respecta a la sostenibilidad medioambiental parece no sorprender ya a nadie. Como diversos expertos del mercado y consultoras de TIC han recordado hasta la saciedad en los últimos años el papel de éstas es esencial no sólo para reducir el gasto energético y las emisiones de CO2, sino también para optimizar los procesos de negocio, haciendo éstos más respetuosos con el entorno en el que vivimos. Ahora bien, ¿están los máximos responsables de TIC de las organizaciones españolas concienciados sobre este papel de la tecnología? ¿Son impulsores de la sostenibilidad medioambiental en sus organizaciones? ¿Qué les mueve a optar por las llamadas ‘green IT’?

Hasta 5,8 millones de toneladas de CO2 se podrían eliminar hasta el año 2020 si se utilizaran las green IT o TI sostenibles en los cuatro sectores económicos más relevantes del mercado: la generación y distribución de energía, el transporte, los edificios y la industria. Esta estimación de IDC sólo representa el potencial de reducción de estos gases de las naciones del G-20, por lo que podrían ser mayores las disminuciones si más países utilizan este tipo de soluciones. En suma: las TIC pueden hacer mucho por el futuro de nuestro planeta. Una idea que comparte Iván González, director de la consultora Penteo ICT Analyst en Cataluña, quien señala que “es incontestable que las TIC contribuyen a mejorar la gestión energética. Las mejoras que se están produciendo en los últimos años en el hardware (servidores, PC y otros dispositivos tecnológicos) están haciendo que se reduzca significativamente el impacto que las TIC tienen en el medio ambiente en lo que a gasto energético se refiere”.
Para Carlos Abarca, director de Tecnología (CTO) de Banco Sabadell, “las TIC son una industria que produce un bajo nivel de residuos y que, además, son de reciclaje sencillo. Así que el reto para ser una industria verdaderamente limpia está en la reducción del consumo energético, y en ese empeño están los principales actores de este mercado. En una perspectiva de tres años, los servidores que soportan la nueva oleada de cloud computing mejoran en más de un 40% la eficiencia energética de sus predecesores”. En este sentido, Abarca considera que la industria TIC está en el camino adecuado para ser ella misma una industria sostenible, pero, recuerda, que “tiene además la capacidad de convertirse en la palanca de eficiencia para otras industrias con niveles de automatización insuficientes. Así que para ser verdaderamente green, será imprescindible ser al mismo tiempo green IT.

Un paso más
De hecho, la aportación de las TIC a la sostenibilidad medioambiental no se ciñe sólo a la mejora de la eficiencia energética, sino que va mucho más allá. Y es que, como asevera González, “la tecnología posibilita un aspecto tan relevante para la sostenibilidad medioambiental como es la ‘desmaterialización’, referida ésta a la capacidad de utilizar la videoconferencia para ahorrar viajes y, por tanto, disminuir la contaminación asociada a éstos, así como al uso del comercio electrónico, del papel electrónico y del teletrabajo. Y hay más: la tecnología permite optimizar la gestión y el control de diversos procesos de negocio que permiten hacer un uso más inteligente de la energía. Un ejemplo de ello son los sistemas de control inteligente de la electricidad, de la logística terrestre, aérea y marítima, etc.”.
Esta última faceta de las TIC respecto a la sostenibilidad medioambiental es, para Rodrigo Gómez, jefe del área de Tecnologías de la Información de la Fundación Cesefor, “mucho más interesante”. Y es que, según reflexiona Gómez, “la gestión sostenible de recursos naturales tiene el futuro ligado a las TIC irremediablemente. Estas tecnologías han ayudado en los últimos años a un cambio de conducta en la forma de conocer, planificar y gestionar estos recursos. Para ello ha aportado mucho la mera informatización de la información (en algunos sectores, como el forestal, inédita hace años), unidos al auge de las tecnologías de la información geográfica y al GPS como fuente ya totalmente extendida de recogida de datos”.
De hecho, como apunta el portavoz de Cesefor, “cada vez es más habitual el control remoto de sistemas que gestionan recursos, vigilan sistemas de alertas de riesgos naturales y ayudan en la gestión de catástrofes como los incendios forestales”. Y añade, en cuanto a la gestión de la biodiversidad, que ha habido toda una explosión de información disponible gracias a las TIC y a Internet. “En este sentido –asevera–, el pensamiento colectivo que aporta Internet y el fenómeno de herramientas de participación web unidas a la información geográfica (englobado en los llamados geoservicios) están extendiendo el conocimiento de la biodiversidad en España y de la protección de espacios naturales. Así, es difícil el consenso entre los expertos, pero está más extendida la opinión de la bondad de este fenómeno: a mayor conocimiento, mayor capacidad de protección y gestión”. Asimismo, respecto al consumo energético, Gómez afirma que es clave la ayuda de las TIC a la domótica en las instalaciones domésticas e industriales: “Cada vez está más extendido, por ejemplo, el poder apagar o encender calderas por teléfono e Internet”.

Ahorro de costes
Las bondades de adoptar una política tecnológica sostenible no se ciñen a una cuestión ética de proteger el medio ambiente, sino que en ellas está muy presente el aspecto económico. No en vano, según un estudio elaborado por Datamonitor, las inversiones que están realizando las organizaciones en green IT no sólo son fruto del cumplimiento con la legislación medioambiental sino también de su deseo de ahorrar costes.
Y es que, según la consultora Gartner, el ahorro económico y no la sostenibilidad medioambiental se configura como el principal motor de las llamadas ‘tecnologías verdes’.
De hecho, según Iván González, de Penteo, “el hecho de que una tecnología sea o no sostenible no es de por sí decisivo de cara a su adquisición por parte de las organizaciones. Es decir, “green IT no es algo crítico para los CIO a la hora de comprar tecnología, al menos en la empresa privada. Sí lo es el ahorro de costes, tan necesario hoy en día con la crisis económica”. En la Administración esto varía, según González, porque uno de los criterios de valoración de las ofertas públicas es que la tecnología presentada sea o no sostenible, “aunque por sí sólo, éste sigue sin ser un aspecto determinante para la compra de tecnología”.
El CTO del Sabadell sí cree que green IT tiene un impacto en las compras que haga el CIO: “Los fabricantes ya han incorporado a sus parámetros de competitividad la eficiencia energética de sus equipos, y éste es ya uno de los aspectos que la mayoría de nosotros tenemos en cuenta en las decisiones de compra. Creo que estamos en
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